Epistemología de los Derechos Humanos: Aproximación desde la Ciencia Policial1


Epistemologia dos Direitos Humanos: Abordagem da Ciência Policial


Epistemology of Human Rights: Approach from Police Science

Submetido em: 04-06-2021.

Aceito em: 24-08-2021.

Jairo Enrique Suárez Alvarez

Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio

Pizarro, Bogotá, Colombia [email protected] http://lattes.cnpq.br/3811400388024459


RESUMEN

El objetivo de esta ponencia es plantear cómo los derechos humanos constituyen un núcleo epistemológico de convergencia entre la ciencia, la moral y política. Más allá de las dificultades para su implementación y de los incesantes conflictos, la Declara- ción de 1948 se mantiene y proyecta aún en el siglo XXI como un referente paradigmá- tico para fundamentar y legitimar la acción gubernamental del Estado de derecho. En el caso de la ciencia policial (entendida como ciencia de Estado), y de manera específica con relación a la actividad policial (científica y general), el supuesto es que los criterios científicos garantizan -o pueden garantizar- el respeto, la protección y promoción de aquellos derechos. Entre tanto, los avances científicos y tecnológicos parecen superar o soslayar los problemas políticos y morales de una sociedad humana en crisis y en per- manente alteración. Y, en este mismo sentido, la ciencia no es necesariamente garante de

derechos, sino, además, un campo de conocimiento para replantear, por ejemplo, con- ceptos como libertad, vida, justicia y seguridad pública, entre otros. En este con- texto ¿cómo desde una epistemología de los derechos humanos se articulan la ciencia, la moral y la política? La hipótesis de esta cuestión considera que el Estado

-a través de la actividad científica policial- debe analizar los diferentes paradigmas epis- temológicos de conocimiento y su relación con los DH. Tales paradigmas determinan (y determinarán) las nuevas interpretaciones sobre los fundamentos y las características

1 Ponencia presentada al IV Seminario Internacional de Ciencias Policiales – Academia Nacional de Policía Federal, Brasilia 22 de junio de 2021.



Revista Brasileira de Ciências Policiais

Brasília, v. 13, n. 8, p. 179-222 , Mar./2022


ISSN 2178-0013

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ISSN Eletrônico 2318-6917

de los DH en el presente siglo, al tiempo que desafían (y desafiarán) el orden jurídico-so- cial donde la ciencia, la moral y la política confluyen conflictivamente.


Palabras clave: epistemología; derechos humanos; ciencia; moral; políti- ca; actividad policial.


RESUMO

O objetivo desta apresentação é propor como os direitos humanos constituem um núcleo epistemológico de convergência entre ciência, moral e política. Além das di- ficuldades para sua implementação e dos conflitos incessantes, a Declaração de 1948 é mantida e projetada ainda no século XXI como uma referência paradigmática para fundamentar e legitimar a ação governamental do Estado de Direito. No caso da ciência policial (entendida como ciência do estado), e especificamente em relação à atividade policial (científica e geral), pressupõe-se que os critérios científicos garantam - ou po- dem garantir - o respeito, a proteção e a promoção desses direitos. Enquanto isso, os avanços científicos e tecnológicos parecem superar ou evitar os problemas políticos e morais de uma sociedade humana em crise e em permanente alteração. E, nesse mesmo sentido, a ciência não é necessariamente garantidora de direitos, mas também um cam- po de conhecimento para repensar, por exemplo, conceitos como liberdade, vida, justiça e segurança pública, entre outros. Nesse contexto, como ciência, moral e política se ar- ticulam a partir de uma epistemologia dos direitos humanos? A hipótese desta questão considera que o Estado - por meio da atividade policial científica - deve analisar os dife- rentes paradigmas epistemológicos do conhecimento e sua relação com os DH. Tais pa- radigmas determinam (e determinarão) as novas interpretações sobre os fundamentos e características dos DH no século atual, ao mesmo tempo que desafiam (e desafiarão) a ordem jurídico-social em que a ciência, a moral e a política convergem em conflito.


pALAvRAs-CHAvE: epistemologia; direitos humanos; ciência; moral; política; ativi- dade policial.


ABSTRACT

The objective of this presentation is to propose how human rights constitute an episte- mological nucleus of convergence between science, morality and politics. Beyond the difficulties for its implementation and the incessant conflicts, the Declaration of 1948 is maintained and projected even in the 21st century as a paradigmatic reference to base and legitimize the governmental action of the rule of law. In the case of police science (understood as state science), and specifically in relation to police activity (scientific and general), the assumption is that scientific criteria guarantee -or can guarantee- respect, protection and promotion of those rights. Meanwhile, scientific and technological ad- vances seem to overcome or avoid the political and moral problems of a human society

in crisis and in permanent alteration. And, in this same sense, science is not necessarily a guarantor of rights, but also a field of knowledge to rethink, for example, concepts such as freedom, life, justice and public security, among others. In this context, how are science, morals and politics articulated from an epistemology of human rights? The hypothesis of this question considers that the State -through the scientific police activity- must ana- lyze the different epistemological paradigms of knowledge and their relationship with DH. Such paradigms determine (and will determine) the new interpretations about the foundations and characteristics of DH in the present century, at the same time that they challenge (and will challenge) the legal-social order where science, morality and politics converge conflictively.


Keywords: epistemology; human rights; science; morals; politics; police activity.


  1. Introducción: Qué Significa Epistemología de los Derechos Humanos


    El significado de la expresión epistemología de los derechos hu- manos depende de entender la epistemología como fundamento del conocimiento científico, y cómo, al mismo tiempo, la ciencia puede impactar los derechos humanos. Entonces surgen algunas preguntas

    ¿la ciencia y los avances tecnológicos tienen en cuenta en su actividad los DH? ¿qué relación existe entre ciencia y derechos humanos DH?

    ¿pueden la ciencia y los avances tecnológicos afectar los DH? La res- puesta a la primera pregunta corresponde a la ética de la investigación científica y el destino de sus productos. Y la segunda y tercera pregun- tas remiten a la cuestión axiológica o a los valores morales de los DH que se pueden ver comprometidos por los impactos de la actividad científica. De manera simple, si la epistemología es fundamentación del quehacer científico, ¿puede y debe la ciencia respetar, proteger, ga- rantizar y, en cierto modo promover los DH? o en sentido extremo ¿es ajena la ciencia a los DH? Una respuesta preliminar y general es afir- mativa: la ciencia y los avances tecnológicos de los últimos cien años (desde la invención de la bomba atómica) sí tienen total relación con los DH. Tanto es así, que la misma Declaración de 1948 se establece, entre otras razones, para evitar, o al menos frenar, la auto-aniquilación de la «familia humana». Todo ello «…considerando que el descono- cimiento y el menos-precio de los DH han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad» (ONU, 1948 Preám-

    bulo). Pero para detallar lo que significa «epistemología de los dere- chos humanos» (en adelante EDH), primero es necesario precisar en qué consiste la epistemología, y luego describir su relación específica con los DH.

    En primer lugar, la epistemología (del griego episteme = ciencia) es la teoría sobre los fundamentos del conocimiento científico y de los métodos de la investigación científica. De modo amplio, la epistemo- logía es equivalente a la filosofía de la ciencia, la teoría de la ciencia y la teoría de la investigación científica. Hablar de epistemología significa entonces, identificar, analizar y explicar sistemáticamente los funda- mentos del saber científico o del conocimiento que aspira a este estatus. En este sentido, la epistemología aborda los problemas del conocimiento científico en cuanto a: su posibilidad, origen o fuente, los criterios de vali- dez, las aplicaciones y sus fines. En pocas palabras, la epistemología sirve para analizar y debatir si un conocimiento es o no científico, o cómo puede serlo. No obstante, el debate y la polémica surgen cuando se pre- gunta “quién” analiza y “evalúa” -y bajo qué criterios- emite sentencia si una investigación es o no científica. En consecuencia, la epistemo- logía es el campo apropiado de discusión sobre los problemas de “va- lidez”, “autoridad” y “legitimidad” del conocimiento científico. Hasta aquí los criterios exclusivamente técnicos o epistémicos. Pero ¿incluye la epistemología criterios morales y éticos para sustentar la ciencia? La respuesta es en principio negativa. No obstante, quienes hacen investi- gación científica y las comunidades científicas reconocen la necesidad de incluir algún tipo de límite ético a dicha actividad. Un punto básico de ese reconocimiento es el siguiente: la ciencia como creación humana no es neutral, porque se produce con base en intereses y fines específicos, por lo general no explícitos2. De acuerdo a lo anterior, son precisamen- te los intereses y fines generados por la producción científico-tecno- lógica los que pueden estar implicados en el régimen de derecho y en los DH. Además, la toma de conciencia moral y ética por parte de la comunidad científica se debe no sólo a catastróficos accidentes, sino especialmente porque se sabe que la ciencia y la tecnología responden a los intereses de sus fuentes de financiación (corporaciones privadas, industrias militares, la ciencia al servicio del lucro y otras formas de do- minio mundial). Sólo por mencionar dos importantes y amplios cam-


    2 Ver por ejemplo Thuillier, P. (1975). La manipulación de la ciencia; Wallerstein, I. (2013) Las incertidumbres del saber; Santos, B. (2014) Epistemologías del sur, entre otros.

    pos científicos, las neurotecnologías y la muy mencionada Inteligencia Artificial –IA- prometen tantos beneficios para la humanidad como riesgos y conflictos para las sociedades del siglo XXI (esto se amplía más adelante). Sin duda, la ciencia y la tecnología son la forma por ex- celencia para medir la evolución de la “familia humana”, pero también es lugar común afirmar, que eso depende de la responsabilidad de sus usos, intereses y consecuencias profundas. En estas condiciones, EDH significa discernir, debatir y orientar asuntos clave como los problemas de validez, autoridad, legitimidad y eticidad del conocimiento científico con relación a los fundamentos y las características de los DH. De cierto modo, se trata de un acto de honestidad y de responsabilidad política de la investigación científica, por medio del cual reconoce, no sólo el qué y el cómo de la ciencia, sino en particular el para qué de la actividad científica. En palabras de un especialista del siglo pasado, la epistemo- logía no pretende imponer dogmas a los científicos, sino estudiar la génesis y la estructura de los conocimientos científicos (Thuillier, P. 1975)3. Y esa estructura tiene también elementos morales y ético-polí- ticos. La razón es simple: la ciencia no es un edificio totalmente trans- parente:

    El científico no es un ser «racional» y «consciente» en su totalidad, de quien todos los presupuestos serían perfectamente co- nocidos y explícitos, cuyo «método» sería transparente y protegido contra toda influencia perturbadora. Por grande que sea su deseo de objetividad, el investigador no se desembaraza de una vez por todas de sus creencias y de sus prejuicios, de todas las imágenes o hábitos transmi- tidos y, más o menos directamente impuestos por la sociedad. (Thuil- lier, P. 1975 p. 19-20. Cursiva no original)

    Si la ciencia está influida y -hasta cierto punto determinada- por el contexto donde se realiza, y si la investigación científica tam- poco se desprende de las creencias de una sociedad, es evidente la pertinencia de una EDH para plantear posibles convergencias que ar- monicen las tensiones entre la ciencia, la moral y la política (ésta última entendida como la acción del Estado de derecho). En segundo lugar, y con base en lo anterior, el paso siguiente es identificar los paradigmas epistemológicos que definen y orientan la clasificación de los diversos


    1. Thuillier, P. (1975). La manipulación de la ciencia. Madrid: Editorial Fundamentos.


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      saberes científicos y sus fines perseguidos. En efecto, como se explica más adelante, cada paradigma epistemológico (visión de la realidad en perspectiva teórica de un modelo) provee diferentes modos para com- prender y explicar la vida humana y al ser humano en cuanto tal. Al mismo tiempo, los objetos, métodos y fines de cada paradigma otorgan variados lugares al ser humano y, por esta misma variación pueden ser afectados los deberes de garantía, respeto y protección de los DH por parte de toda la sociedad en general: la comunidad científica privada o gubernamental (ciencia); el Estado y su ordenamiento jurídico-econó- mico-ambiental (política); y la sociedad con la pluralidad de actores y su multi-culturalismo (moral). En suma, los DH son afectados positiva y/o negativamente por la ciencia según el paradigma epistemológico de conocimiento dominante bajo ciertas circunstancias. Además, dado que «la ciencia no es un edificio totalmente transparente» y menos aun cuando prevalece la hegemonía de intereses económicos y domi- nios plutocráticos, la vulnerabilidad del régimen de derecho requiere de una robusta EDH. Si bien los problemas prácticos no siempre son resueltos por las teorías, una EDH sí puede aclarar y advertir sobre los riesgos, amenazas y también las oportunidades que deben ser prioridad para una sociedad en momentos de crisis, cambio y transformación.


  2. Paradigmas Epistemológicos y Derechos Humanos


    Un paradigma epistemológico es una forma de concebir la reali- dad y de actuar sobre ella a partir de creencias compartidas y principios teórico-prácticos que sustentan algún tipo de verdad y crean sentido para una comunidad científica. En palabras más simples, un paradig- ma epistémico es un modo de conocer la realidad, pero desde criterios científicos. Algunos de estos criterios son la objetividad, claridad, ri- gor, predicción, demostración y verdad. Y debido a que la ciencia es un conocimiento generado por el ser humano, -cualquiera sea su objeto de estudio-, todo ese conocer es inherente a la vida humana.

    Esquema 1. Qué es un paradigma


    PARADIGMA

    Teoría

    Perspectiva

    Modelo

    Visión de la realidad:

    creencia, principio, verdad, sentido


    Constructos, lenguajes sistemáticos: descripción, explicación, comprensión, interpretación.


    Desde dónde y hasta dónde es posible conocer la realidad o aproximarse a ella, enfoque.


    Ejemplo de qué y cómo hacer cambiar y transformar la realidad: métodos, técnicas, tecnologías, prescripciones prácticas.


    Fuente: elaboración propia

    En consecuencia, el conjunto de los DH puede ser afectado de forma directa, indirecta, parcial o total según la visión de la realidad impuesta por el paradigma epistemológico. Este planteamiento exige precisar los términos paradigma y ciencia. En primer lugar, y como se dijo antes, un paradigma es una visión de la realidad, una forma de con- cebir el mundo, la vida y el modo de representar esa visión mediante un modelo. Esto significa que un paradigma no es solamente «un ejem- plo compartido por una comunidad científica»4. Según el momento histórico, un paradigma se convierte en una forma predominante de ver y entender la realidad. La etimología de la palabra paradigma (del griego pará: al lado de; y deigma: resultado de la acción de mostrar = modelo), se refiere a lo que Aristóteles en la retórica denominaba «el mejor ejemplo a seguir», es decir, el modelo por excelencia. Es decir, un paradigma se estructura por tres elementos esenciales: i) una teoría de


    1. De este modo se sugiere una ampliación del concepto de paradigma planteado por Thomas Kuhn entendido como «ejemplo compartido por una comunidad científica», expuesto en su obra La estructura de las revoluciones científicas (Kuhn, 2017. P.348-351).


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      la realidad (constructos, lenguajes sistemáticos) o lo que se cree de ella;

      ii) la perspectiva o enfoque desde dónde se observa la realidad; y iii) un modelo que representa el ejemplo a seguir y cuyo objetivo es indicar qué hacer y cómo hacer cambiar y transformar la realidad según la visión del paradigma (ver Esquema 1). De este modo, todo paradigma epis- temológico es dinámico y oscila entre un modelo, una perspectiva y una teoría de la realidad. Así, un paradigma engloba una teoría para descri- bir, explicar, comprender e interpretar algo real (ser) o algo ideal (deber ser). Pero al mismo tiempo, toda teoría contiene una perspectiva que indica desde dónde y hasta dónde es posible conocer la realidad o apro- ximarse a ella. Incluso paradójicamente, estos elementos del paradigma pueden hacer dudar sobre qué es real y qué no es real, o qué peso tiene lo ideal sobre lo real, y poner en cuestión todas las creencias a partir de las cuales el ser humano vive, cree vivir y edifica su existencia. Estas cuestiones resaltan la trascendencia de saber cuáles son los paradigmas epistémicos que determinan el mundo de la vida humana, y, en conse- cuencia, exigen analizar hasta qué punto los DH son imprescriptibles (perpetuos), inalienables, indivisibles, absolutos y universales5. Sin duda, los DH en la vida humana dependen de hechos y cosas tanto reales como ideales. Pero de manera particular, todo paradigma epistémico se materializa mediante un modelo teórico-práctico que determina la forma de ver la realidad, pero también con la capacidad de cambiar y transformar la realidad. Con esto se alude a los múltiples métodos, téc- nicas y tecnologías en constante avance, capaces de solucionar infini- dad de problemas tales como: buscar y hallar información, facilitar la comunicación, acceder a nuevos conocimientos, mejorar la salud, pro- longar la vida, facilitar el trabajo humano, explorar y generar nuevas formas de energía, ampliar la exploración espacial, ofrecer seguridad, entretenimiento y, sobre todo, generar dinero. En sentido muy amplio, todo paradigma se realiza y se concreta en una tecnología, y todo lo anterior parece beneficiar a la humanidad. Sin embargo, los problemas surgen cuando la actividad científica desborda los límites humanos y amenaza, altera, perturba y pone en riesgo los dogmas de los DH.

      En segundo lugar, la ciencia es el conocimiento de la realidad


    2. Según las características de los derechos humanos establecidas por la doctrina del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Caracterización tomada de Serrano, A. y Vásquez, D. (2011) Fundamentos teóricos de los Derechos Humanos. México: Comisión de DH del Distrito Federal y FLACSO.

      a través de métodos rigurosos cuyos criterios generales son la objetivi- dad y la racionalidad para lograr la verdad o aproximarse a ella. Según epistemólogos como Bunge, todas las ciencias son metodológicamente una al procurar: claridad, rigor, generalidad, sistematicidad, profundi- dad, demostración y verdades, aunque aproximadas (Bunge, M. 2015. P.250). Este amplio concepto cubre tanto a las ciencias formales o matemáticas, como a las ciencias fácticas (naturales, sociales y bio-so- ciales). Un punto de convergencia y de consenso mundial es que toda investigación científica plantea y resuelve problemas, o, si es el caso, re- plantea e intenta resolver viejos o nuevos problemas. Incluso descarta problemas. Desde esta perspectiva, el conocimiento científico intenta reducir la incertidumbre, busca aproximación a la verdad y, en lo po- sible, anticipa y hace pronósticos. Pero todo lo anterior se debe hacer con responsabilidad ética y reflexión crítica (más en una nueva ciencia como la ciencia policial). Para que el anterior concepto tenga mayor sustento, es importante tener en cuenta las advertencias de la crítica epistemológica contemporánea6, según la cual: i) la visión clásica de la ciencia moderna que aspiraba a certezas y verdades absolutas y uni- versales cambió, estas cualidades son muy excepcionales; ii) en el siglo XXI la nueva ciencia reconoce la búsqueda de precisión del cálculo matemático, pero considera más conveniente orientar las mediciones matemáticas bajo el criterio de probabilidad en lugar de certeza; iii) al describir la realidad, la investigación científica puede y debe coordi- nar con alguna “autoridad” científica para la verificación empírica y así apoyar la veracidad, demostración y confiabilidad del conocimiento, pero también se debería incluir alguna “autoridad ética” que evalúe las consecuencias morales, políticas y jurídicas de dicha investigación; iv) la “neutralidad” de la observación científica es un criterio discutible, porque toda observación transforma el modo de ver la realidad, y, al hacerlo, puede impactar dicha realidad de manera consciente o no; v) toda investigación científica -lo acepte o no- está conectada a la histo- ria y por ende a la moral, la política, la economía, etc.; vi) los científicos deben entender que cumplir un código deontológico no es lo mismo que “ser ético”, porque lo central es el razonamiento ético en la ciencia (Metzinger); y vii) los sistemas jurídicos y normativos van a paso de


    3. Ver, por ejemplo: Metzinger, T. (2018). Hacia una carta mundial sobre la inteligencia artificial; Wallerstein, I. (2013) Las incertidumbres del saber; Mardones, J. (1996) La ciencia crítica y la calidad educativa; Prigogine, I. (1996) El fin de las certidumbres; Santos, B. (2014) Epistemologías del sur; Shapin, S. (1996) La revolución científica; entre otros.


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      tortuga, mientras la tecnología avanza velozmente. Sobre este último punto, el propósito no es cuestionar la velocidad de los avances cien- tífico-tecnológicos, sino al menos, desde el ámbito del derecho llamar la atención sobre la necesidad de actualización permanente respecto a tales avances. Y con base en el presente análisis, se subraya la impor- tancia de los DH como núcleo epistemológico para facilitar dicha ac- tualización. Por supuesto, conocer los avances de la ciencia permite conocer sus potenciales beneficios, pero también, ayuda a identificar y anticipar amenazas y riesgos de vulneración de derechos humanos DH. Es ahora necesario analizar estos derechos a través de los diferen- tes paradigmas epistémicos y sus efectos.


      1. Empirismo y racionalismo: dos paradigmas múlti- ples énfasis


        La producción académica sobre epistemología es muy extensa, pero muy poco hay sobre la relación entre DH y epistemología. Y aun- que existe cierta preocupación por la relación entre ciencia y DH, al momento en que se escribe el presente artículo no se halla un estudio exhaustivo que relacione directamente paradigmas epistemológicos con DH. También es oportuno advertir que los siguientes planteamientos resultan de sintetizar aspectos centrales de la tradición filosófica de la ciencia, con el propósito de identificar las ideas clave que pueden aportar a una comprensión epistemológica de los DH. Asimismo, de- sagregar cada paradigma epistemológico conlleva una clasificación de las ciencias según sus objetos de estudio, sus métodos aplicados, la fi- nalidad que pretenden y las escuelas o tendencias que las representan. En este contexto, se propone como punto de partida la superación del histórico debate entre empirismo y racionalismo, y el modo en que los DH oscilan entre estas dos visiones con tres efectos: i) una gnoseología (cómo el humano conoce la realidad); ii) una antropología (qué es el ser humano); y iii) una teleología (fines humanos con o sin DH). Supera- ción significa aquí reconocer la inherencia entre aquellas dos visiones mediante los diferentes énfasis realistas e idealistas del conocimiento. En esencia, la importancia para los DH de estos paradigmas (empiris- mo, racionalismo) y sus énfasis (realismo, idealismo), es, precisamente, sus consecuencias gnoseológicas, antropológicas y teleológicas sobre estos derechos. El Esquema 2 sintetiza el punto de partida.

        Realista

        Ser

        EMPIRISMO

        Experiencia

        Existen hechos y cosas independientes del pensamiento: objetivismo

        Idealista

        Deber ser

        RACIONALISMO

        Pensamiento

        Realista

        Ser

        Idealista

        Deber ser

        Sólo existen hechos y

          cosas dependientes

        del pensamiento:

        subjetivismo

        Esquema 2. Paradigmas epistemológicos



        Fuente: elaboración propia

        ¿En qué sentido los paradigmas epistemológicos afectan los DH? ¿en qué sentido el idealismo de los DH y su realización depen- de de la experiencia y del pensamiento humano? Antes de volver a es- tas preguntas es necesario describir primero los paradigmas. El punto de partida indica lo siguiente. El eje histórico del debate encierra una contradicción: si el conocimiento humano se origina en la experien- cia (empirismo), entonces ¿cuál es el lugar del conocimiento generado por el pensamiento (racionalismo)? o, ¿el conocimiento resulta de la combinación de estas dos fuentes?7. Si bien este dualismo no se ha su- perado plenamente, al persistir el contraste cerebro/mente (en las neu- rociencias, por ejemplo), la paradoja se refiere a la confrontación entre lo que implica asumir una posición realista o idealista, en cuanto se pretende explicar lo esencial del conocimiento. De una parte, quien se considera realista es porque asume el siguiente principio: existen hechos y cosas independientes del pensamiento, y, por ende, existe la objetividad. De otra, quien se considera idealista es porque asume el principio: sólo existen hechos y cosas dependientes del pensamiento, y, por ende, sólo hay subjetividad. Lo anterior es de suma importancia para el presente y el futuro de los DH. El asunto es que tanto el debate entre el empirismo y el racionalismo, como la tensión entre el realismo

    4. Por ejemplo, los dualismos cuerpo/alma, sentir/pensar, pasión/razón en Platón, Aristóteles, Descartes, Leibniz, Kant y Locke.

      e idealismo permiten plantear cuestiones como las siguientes: i) si los DH surgen de una experiencia histórica particular (Declaración de 1948, derechos históricos), entonces ellos pueden cambiar en el curso del devenir histórico; ii) si los DH son un producto axiológico del ra- cionalismo moderno (hegemonía moral del pensamiento occidental), entonces su carácter absoluto y de universalidad deben ser coherentes con la ciencia, la tecnología, la economía, la sociedad y el Estado mis- mo; iii) si los DH son reales (independientes del pensamiento), enton- ces su objetividad consiste en ser derechos naturales (inherentes a toda persona); y, iv) si los DH son ideales (dependen del pensamiento), en- tonces su subjetividad consiste en deben ser derechos morales (no sólo la persona o el sujeto aislado sino el sujeto en las creencias compartidas con otros). No obstante, para entender estas cuestiones es necesario precisar en qué consisten el empirismo, el racionalismo y sus énfasis realistas e idealistas.

      En primer lugar, para el empirismo sólo es posible conocer la realidad a partir de la experiencia. Esta experiencia es tanto interna (percepción de sí mismo) como externa (percepción sensorial de he- chos y cosas). Según este principio de conocimiento, el sujeto humano es similar a “una hoja en blanco” (tabula rasa) donde la experiencia escribe sobre ella a través de la vida. Las sensaciones son caóticas pero la experiencia interna -por medio de la reflexión y la percepción- ordena el caos de la sensación. De este modo, se producen impresiones o sen- saciones vivas sobre los hechos y cosas del mundo exterior que se refle- jan en ideas por medio de la consciencia cognoscente. Desde el punto de vista epistemológico, para el empirismo sólo es posible hacer ciencia aceptando que la única fuente de conocimiento es la experiencia. En otras palabras, sólo hay ciencia de los hechos y cosas observables, visibles y tangibles. En consecuencia, este es el ámbito propio de las ciencias na- turales (física, química, biología, ciencias planetarias, astrofísica, etc.). Entre tanto, campos del conocimiento correlativos a los DH como las ciencias jurídicas, la criminología y las ciencias policiales en general, hallan en los hechos y cosas observables las fuentes de la evidencia em- pírica. Pero esto es sólo la mitad del camino.

      En segundo lugar, para el racionalismo sólo es posible conocer la realidad a partir del pensamiento o la razón. Este pensamiento se entiende como consciencia racional, cuya forma natural es el intelec-

      to (intus = interior, legere = leer), es decir, aquella actividad mental racional mediante la cual el sujeto humano «lee» los hechos y cosas de la realidad. Según este principio de conocimiento, nada hay en el intelecto del sujeto humano que no haya pasado por sus sentidos, ex- cepto el intelecto mismo. En otras palabras, el racionalismo no niega la experiencia, pero sí la relega, y, a diferencia del empirismo, concibe como primera y principal fuente de conocimiento el pensamiento y la razón. De modo simple, de nada sirve tener experiencias si estas no son ordenadas de manera lógica por el intelecto. Incluso, en algunos casos es posible prescindir de la experiencia para saber algo: por ejemplo, afirmar “el todo es superior a las partes”; tampoco necesita experiencia “la energía (E) es igual a la masa (M) multiplicada por la Velocidad

      (V) de la luz al cuadrado [E=M.C2]; o, la afirmación «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados de ra- zón y conciencia». Estos son enunciados racionales que no dependen de la experiencia. Desde esta perspectiva, para el racionalismo sólo es posible hacer ciencia desde el pensamiento lógico o racional como princi- pal fuente de conocimiento. En consecuencia, este es el ámbito propio de todas las ciencias formales o matemáticas, basadas en constructos lógicos y en gran parte abstractos. Y si esto es así ¿cómo el racionalismo científico incluye o no los preceptos ideales de los DH?

      En tercer lugar, para entender los múltiples énfasis del empiris- mo y racionalismo, es requisito entender qué son el realismo y el idea- lismo a partir del principio ontológico o tesis sobre cómo concibe el ser (hechos y cosas) cada una de estas visiones. De una parte, la tesis del realismo sostiene que existen hechos y cosas independientes del pensa- miento. Según este principio, todo lo que existe (la materia, la energía, la naturaleza, el mundo, el universo, etc.), existe objetivamente, es decir, con total independencia de un sujeto que piense en ello. Esto significa que la consciencia, la voluntad, el deseo, la imaginación y la intención son mecanismos exclusivamente propios del sujeto pensante, y como tal, no tienen nada que ver con el ser o los modos de ser de las co- sas y hechos de la realidad. En otras palabras, para el realismo el objeto (hechos, cosas) determina al sujeto (pensamiento), porque el énfasis se concentra en el ser. En consecuencia, esta condición exige diferenciar entre percepciones y representaciones. En efecto, la actividad neuronal del cerebro, el cambio del invierno al verano, la rotación del planeta, la fuerza de gravedad, el viento solar, la velocidad de los planetas alre- dedor del sol, etc. existen independientemente como hechos y cosas,

      aunque no exista un sujeto que las piense. Y si el sujeto existe, puede percibir ciertas cosas y hechos y pensar por medio de representaciones, sin que éstas coincidan necesariamente con la realidad de esas cosas y hechos. Muchas cosas existen e infinidad de hechos acontecen, exista o no el ser humano. De otra parte, y, a diferencia del realismo, la tesis del idealismo sostiene que sólo existen hechos y cosas dependientes del pen- samiento. Según este principio, todo lo que existe (materia, energía, naturaleza, el mundo, el universo, etc.), existe subjetivamente, es decir, existe todo eso porque hay un sujeto que piensa en tales objetos. De cierto modo, pensar en cosas hace que ellas existan, aunque su existen- cia sea ideal o sólo representación mental. Esto significa que la cons- ciencia, la voluntad, el deseo, la imaginación y la intención del sujeto pensante constituyen las razones del ser, o los modos de ser de las cosas y hechos desde una visión ideal. En otras palabras, para el idealismo el sujeto pensante es quien determina al objeto (hechos, cosas), porque el énfasis se concentra en el deber-ser. No obstante, esta condición exige diferenciar cuidadosamente entre un idealismo subjetivo o psicológico y un idealismo objetivo o lógico. Para el primero, los hechos y cosas son objetos de consciencia, es decir, sólo son contenidos (ideas, represen- taciones…) de la consciencia que los crea, y esa es su realidad. Para el segundo, los hechos y cosas son objetos también de consciencia, pero de la consciencia objetiva que los engendra mediante conceptos lógi- cos y juicios de la razón. Para el idealismo subjetivo el sujeto imagina libremente, mientras para el idealismo objetivo el sujeto somete su ima- ginación a la lógica, al pensamiento guiado por la razón. Desde esta perspectiva, los DH obedecen a un idealismo tanto objetivo-lógico como subjetivo-psicológico, y, en definitiva, son hechos y cosas crea- das por el pensamiento, la razón, son de difícil medición y, hasta cierto punto inconmensurables.


      En resumen, y volviendo al Esquema 1 (Paradigmas epistemo- lógicos), el lector puede advertir cierta afinidad del empirismo con el realismo por su tendencia al objetivismo. De igual modo, puede hallar afinidad del racionalismo con el idealismo por su tendencia al subjetivis- mo. Es decir, aunque las fuentes de conocimiento son diferentes para cada paradigma (experiencia para el empirismo y pensamiento para el racionalismo), los dos son complementarios, más que opuestos. Asi- mismo, la forma como cada paradigma entiende la relación del sujeto con el objeto (hechos y cosas independientes para el realismo y hechos y cosas dependientes para el idealismo), se amplían múltiples énfasis

      sobre objetos, métodos, fines y tendencias de conocimiento. En defi- nitiva, aunque los dos paradigmas son muy simples inicialmente, los cruces y combinaciones de los énfasis ontológicos muestran un sistema complejo, pero a la vez claro para entender no sólo el lugar de las cien- cias en la actualidad, sino también su relación con los DH.


      1. Empirismo realista


        El empirismo realista entiende la epistemología como teoría clásica de la ciencia. El énfasis realista del empirismo reúne una tra- yectoria de viejas y nuevas escuelas de investigación científica, desde Aristóteles, el Círculo de Viena (Shlick, Carnap, Neurath) que planteó una «concepción científica del mundo», hasta las tendencias de inves- tigación en neurociencias, neurotecnologías, biomédica, biogenética, biónica, robótica, etc. Es la visión típica según la cual la ciencia puede y debe controlar la naturaleza, el mundo y todo lo que hay en él. Una de las principales características del énfasis realista del empirismo es privilegiar el método experimental (positivismo), lo que implica restar importancia a la teoría y a los conceptos a priori. O más exactamen- te, el empirismo realista busca reducir lo teórico a la experiencia. Ésta es la verdadera fuente de conocimiento científico siempre y cuando avance en la perfección tecnológica por medio de la inducción con- trolada, la explicación de las causas de los fenómenos, y, en suma, se haga investigación con objetividad y reducción de la incertidumbre. En gran medida, el empirismo realista es un énfasis optimista, de crea- ción, innovación e invención permanente con infinidad de campos de aplicación en la vida humana, especialmente en las ciencias de la vida, la medicina, las ingenierías y todo aquello que interviene, impacta y transforma el mundo material y de subsistencia humana.

        Entre tanto, en cuanto a la relación de este énfasis paradigmáti- co con los derechos humanos DH, cabe decir lo siguiente. De una parte, los avances tecnológicos relacionados con las mejoras o el aumento de capacidades humanas (cognitivas, salud, longevidad, fusión humano-

        -artificial o ciborg, etc.), pueden tener impactos sin precedentes en la convivencia y en los DH. De otra, estos impactos pueden ser favora- bles para quienes posean el dominio científico y el acceso a la tecnolo- gía, pero esta situación implica nuevas desigualdades entre individuos,

        sociedades, Estados y poderes económicos patrocinadores de la inves- tigación científica y el resto de la población. Pero también es posible que ciertos avances ayuden a la explicación de las bases biológicas del comportamiento humano (neurociencias, biogenética…), y, con ello, se contribuya a mejorar la convivencia y la seguridad entre los indi- viduos, sociedades y Estados. Sin embargo, más allá de los beneficios potenciales de los avances científico-tecnológicos, una perspectiva em- pirista realista de la ciencia no garantiza necesariamente el respeto y protección de los DH. Incluso puede ser muy extraña y ajena “la idea de que existan derechos humanos” cuando el objeto de estudio consis- te en hechos y cosas observables: sistemas materiales (físico químicos), sistemas vivos (ecosistemas) y sistemas mentales (neuro-conductas). Todo esto de manera objetiva, empírica y con independencia de lo que piensen individuos y con independencia de toda moral (pública o pri- vada) de la sociedad en general (creencias, valores, ideologías, etc.).

        Tabla 1. Empirismo realista

        OBJETO

        mÉTOdOs

        fINALIdAd

        EsCuELAs


        Hechos y cosas ob- servables, visibles, tangibles:


        Sistemas materiales ( físico-químicos)


        Sistemas vivos (eco- sistemas)


        Sistemas mentales (neuro-conductas)


        Inducción-deducción Explicación-causalidad


        Conducta observable Experimentación, ensayo y error; comprobación Demostración

        Evidencia empírica Falsación

        Análisis funcional


        Medición instrumental Análisis de varianza Ingeniería (física, bioquí- mica, genética, etc.)


        Investigación cuantita- tiva.


        Control y dominio de la naturaleza, Predicción; Perfecci- ón tecnológica; Res- puesta a necesidades; Aumento de capacida- des o mejoras huma- nas;

        Adaptación al medio;


        Transformación y con- trol de la vida humana; reducción de incerti- dumbre


        Tecnologías de con- trol.


        Objetividad

        Aristotélica,

        Newton, Copérnico, Galileo, etc. Circulo de Viena; Probabilística bayesiana;


        Positivismos; Conduc- tismos, Darwinismo; Evolucionismo; Transhumanismo;


        Biomédica; Neuro- ciencias; neurotecno- logías, Biogenética, biónica, cibernética, robótica…

        Neuro-criminología


        Tendencia al universa- lismo-determinismo

        Efecto en los De- rechos Humanos

        Los DH no existen como realidad fáctica y por ende están fuera de este paradigma.

        Fuente: elaboración propia

      2. Empirismo idealista


        Según el empirismo idealista la epistemología se entiende como reflexión amplia, libre e interdisciplinaria sobre la ciencia. El énfasis idealista del empirismo lo integran la mayoría de las llamadas ciencias ideográficas, es decir, aquellas que representan la realidad (hechos y co- sas vivibles, experimentables por los humanos) por medio de lengua- jes: ideas, palabras, símbolos, nociones, imágenes convencionales, es- critura, lenguas, idiomas, etc. Por esta razón la investigación científica en este énfasis toma como objetos de estudio la interacción y las relacio- nes sociales, el mundo de la vida, los sistemas humanos y, en general, los sistemas de creencia. En esta perspectiva se ubican las ciencias sociales y humanas (economía, sociología, psicología, antropología, bioética, etc.) y todas las disciplinas a ellas afines. El empirismo idealista ofrece una visión amplia y diversa para la investigación científica cuyo interés se relaciona con el cambio y transformación de la vida en sociedad, el desarrollo de la consciencia y la acción individual y colectiva. Desde este punto de vista, el empirismo idealista es el énfasis apropiado para la reflexión y comprensión sobre temas como: las formas de convivencia entre humanos, el caos y el orden social, la cultura, el bienestar, la feli- cidad, los significados de la existencia, la generación o construcción de sentido (moral, político, jurídico, económico, cultural…), los mitos, el entendimiento social, entre otros.

        Tabla 2. Empirismo idealista

        OBJETO

        mÉTOdOs

        fINALIdAd

        EsCuELAs


        Hechos y cosas vivi- bles, experimentables, de difícil medición o inconmensurables:


        Interacción social, rela- ciones sociales,

        Mundo de la vida, Vida cotidiana.


        Sistemas humanos Sistemas de creencia (Contexto, situación)

        Inducción reflexiva

        Comprensión-intencio- nalidad


        Conducta vivible Trabajo de campo Lógica empírica Descripción analítica Conocimiento situado y análisis de contexto Psicoanálisis Etnometo- dología y etnografía, etc.


        Reflexión libre, amplia e interdisciplinaria Consulta a grupos de ex- pertos…


        Investigación cualitativa


        Cambio y transformación de la vida en sociedad, consciencia, acción colec- tiva…sostenibilidad de la vida humana y su entorno natural y cultural.


        Modelos de convivencia, orden social, bienestar, felicidad, significación, generación de sentido, en- tendimiento social…


        Subjetividad-Intersubjeti- vidad


        CIENCIAS IDEO- GRÁFICAS


        Sociología del cono- cimiento Sociolingüística Psicología Criminología Fenomenología Fun- cionalismo Culturalismo Cons- tructivismo Perspectivismo Bioética


        Tendencia al relati- vismo - particularis- mo


        Efecto en los Dere- chos Humanos

        Los DH existen como experiencia subjetiva y vivencia intersubjetiva, son ideales para la interacción en las relaciones sociales; forman un sistema de creencias que dan sentido a la vida según el contexto.

        Fuente: elaboración propia

        En gran medida, el empirismo idealista es un énfasis paradig- mático también optimista en cuanto a la búsqueda de respuestas que la humanidad necesita saber para darle sentido a su existencia y dirección a su destino. Es más, parte del supuesto de que sí existe un destino (co- mún o plural para la humanidad). Según esta perspectiva, el ser huma- no construye la realidad que quiere o aspira vivir, a partir de su contexto, de su época y del nivel de autoconocimiento que logran los individuos y las sociedades de sí mismas. De acuerdo a estos planteamientos, este énfasis paradigmático tiene alta relevancia para los derechos humanos DH en los siguientes aspectos. Primero y en sentido amplio, los DH existen como experiencia y vivencia ideal para la interacción en las rela- ciones sociales y constituyen un sistema de creencias que dan sentido a la vida de los individuos en sociedad según el contexto donde ellos reali- zan su existencia. Si bien la Declaración de 1948 resulta de unas condi- ciones históricas y jurídico-políticas particulares (posguerra mundial), tiene una aspiración “universal”, es decir, para todos los miembros de

        la «familia humana». En esta medida, el empirismo idealista permite reconocer el deber-ser de los DH como objetos de conciencia, pero mediante la experiencia vital como principio cognoscitivo: toda perso- na debe conocer y debe saber de sus derechos y libertades «…sin discrimi- nación alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición». Segundo, y en sentido limi- tado, a pesar de su universalidad y carácter de no discriminación, los DH contrastan ante un mundo multicultural y de amplio pluralismo. Es decir, los DH son en cierta forma contenidos morales, son derechos morales, en el sentido que resultan de una construcción humana colec- tiva de principios y de valores compartidos por una comunidad de na- ciones. En consecuencia, los DH exigen obligación de estricto cumpli- miento para toda la «familia humana», aunque el empirismo realista advierte sobre el constante cambio y transformación de la conciencia de esta «familia», dadas las contingencias y el devenir histórico.


      3. Racionalismo realista


        Según el racionalismo realista la epistemología se entiende como teoría de los métodos y las reglas de la investigación científica. El énfasis realista del racionalismo lo integran las llamadas ciencias no- motéticas, es decir, aquellos campos de investigación que exploran y plantean leyes de validez universal y que consideran que hay principios de conocimiento aplicables de manera general a conjuntos de objetos de estudio. Es la visión típica según la cual la ciencia puede explicar y describir el mundo y el universo, pero no necesariamente ejercer control al respecto. Cuestiones como el origen del universo (teoría del Big-Bang) y su final (implosión cosmológica), los agujeros negros, la antimateria, el principio quántico de incertidumbre (Heisenberg), la teoría de la relatividad, la teoría del todo, el lugar del planeta tierra en el universo, los riesgos terrestres por el disfuncionamiento solar, las alteraciones geomagnéticas, la gravedad quántica, entre otros asuntos de la astrofí- sica y la cosmología, representan los ejes centrales de este énfasis. No obstante, todo lo anterior tiene un núcleo gnoseológico y es la centra- lidad de la física y las matemáticas con sus innumerables campos de aplicación. Entre éstos se encuentran las ciencias de la computación o conocidas como ciencias de sistemas informáticos. Aquí la lógica y los

        lenguajes algorítmicos se combinan para la generación de sistemas de información complejos que ayudan tecnológicamente, a innumerables avances científicos en los más diversos campos de investigación. Sin duda, este énfasis es correlativo al empirismo realista por su convergen- cia en fines y métodos, por ejemplo, la fusión de Inteligencia artificial y neurociencias.

        Tabla 3. Racionalismo realista

        OBJETO

        mÉTOdOs

        fINALIdAd

        EsCuELAs


        Hechos y cosas cal- culables, conmensurables, medibles, razonables, pensables:


        Sistemas materiales ( físicos y astrofísi- cos…).

        Sistemas algorít- micos,

        Sistemas cuánticos Sistemas de infor- mación.

        Hipotético-deductivo Explicación-causalidad Análisis matemático Análisis de disrupción, anomalía e incertidumbre


        Medición matemática Abstracción, estadística, probabilística, cálculo astronómico, sistematiza- ción cuantitativa y algo- rítmica.


        Programas de investigaci- ón Líneas de investigaci- ón Comunidad científica Big-data, data mining…


        Investigación cuantitativa y mixta (cuanti-cualitati- va).


        Explicación y descripci- ón del mundo y el uni- verso

        Formulación de leyes de validez universal y prin- cipios generales


        Exploración espacial Nuevas fuentes de ener- gía, Inteligencia artificial Informatización Virtualización Robotización Nanotec- nología…


        Tecnologías de control


        Objetividad


        CIENCIAS NOMO- TÉTICAS


        Teoría Big Bang

        Física, mecánica cuánti- ca, astrofísica Einstein, Heisenberg, Hawking… Lógica formal, Popper, Kuhn, Lakatos… Teoría de sistemas,

        Inteligencia artificial, Lingüística computa- cional Informática y te- lemática

        Realidad virtual Investigación cuántica…


        Tendencia al universalis- mo indeterminado

        Efecto en los Derechos Hu- manos

        Los DH no existen por estar fuera de su objeto y finalidad, aunque las aplicaciones de este énfasis sí pueden transformar la concepción antropológica de dichos derechos y afectar sus realizaciones prácticas.

        Fuente: elaboración propia

        Respecto a los DH, el racionalismo realista puede implicar tantos beneficios como riesgos para la realización de estos derechos. De una parte, el reconocimiento científico de la vulnerabilidad y fra- gilidad de la vida humana bajo las condiciones ecosistémicas del pla- neta (cambio climático, daños ecológicos, desastres naturales, fuentes de energía, inseguridad alimentaria, conflictos por recursos naturales, etc.), puede plantear soluciones mediante explicaciones racionales rea- listas. Asimismo, el aumento de la comprensión del lugar del planeta

        tierra en el universo y las limitaciones vitales de la especie humana, conducen a una exploración espacial que mira más allá de los conflic- tos terrestres que afectan los DH. Y esta situación es así y debe ser así, de lo contrario no habría avance científico. En otras palabras, de cierto modo para el racionalismo realista los DH no existen por estar fuera de su objeto y finalidad, aunque las aplicaciones de este énfasis sí pueden transformar la concepción antropológica de dichos derechos y afectar sus realizaciones prácticas. Lo cierto es que los avances de las ciencias no- motéticas (y empiristas realistas) pueden cambiar, o al menos alterar, la comprensión sobre el ser humano, no solamente “qué es” éste, sino además “qué podría ser” y “qué debería-ser”. En este sentido, los DH aparecen como “una convención más” susceptible de reformulación conceptual y práctica, con todas las consecuencias que un proceso así puede provocar.


      4. Racionalismo idealista


        Según el racionalismo idealista la epistemología se entiende como teoría crítica contra la ciencia. De modo general, este énfasis sur- ge contra todas las formas del saber -incluido el científico- que preten- den el control o la dominación del ser humano o la naturaleza. Por ello es teoría crítica de la ciencia y contra la ciencia. Es -crítica de- cuando se defienden, pero a la vez se critican perspectivas afines a las ciencias ideográficas; por ejemplo, cuando se analizan aquellas investigaciones científicas que buscan cambios de la consciencia y transformaciones del comportamiento humano. Y es -crítica contra- cuando se rechazan campos de conocimiento (científicos o no), sin proponer alternativas de solución, y sin plantear métodos adecuados para contextos parti- culares. Incluso, en este último caso se sugiere el seudo-principio del “todo vale” (FEYERABEND, P. 1975. Contra el método). En síntesis, el énfasis idealista de este tipo de racionalismo lo integran todas aquel- las posturas teóricas que critican todo lo establecido en la vida humana y toman como objeto los sistemas de pensamiento, las ideologías y las estructuras sociales (instituciones, modelos económicos, formas de poder, hegemonías y dominación, etc.). No obstante, de este énfasis se pueden rescatar las posturas –crítica de- con relación a los métodos de interpretación histórica, análisis del discurso y lógica de la argumenta- ción y de la acción comunicativa (Habermas).

        Tabla 4. Racionalismo idealista

        OBJETO

        mÉTOdOs

        fINALIdAd

        EsCuELAs


        Hechos y cosas por intuición, imagina- bles:


        Estructuras sociales, Sistemas de pensa- miento

        Sistemas ideológicos

        Inducción interpretativa Deducción especulativa Comprensión-intenciona- lidad


        Hermenéutica del discurso Interpretación histórica Crítica comprensiva Crítica del discurso Dialéc- tica analítica Argumentación dialógica


        Historiografía y archivísti- ca: “arqueología”, “genealo- gía” Deconstrucción “Todo vale”.


        Investigación cualitativa.


        Crítica socio-histó- rica

        Emancipación Dominación Trans- formación

        Cambio Revolución Autonomía

        Liberación Indepen- dencia Descolonización…


        Comunicación.


        Intersubjetividad


        Teoría crítica (Escuela de Frankfurt) Hermenéutica Estruc- turalismo Posmoder- nismo Pensamiento complejo Estudios de género Caología, ho- lismo…


        Habermas, Foucault, Morin, Derrida, Feye- rabend…


        Tendencia al relativis- mo - particularismo


        Efecto en los De- rechos Humanos

        Los DH existen como sistema de pensamiento e incluso como un «sistema ideoló- gico» en el contexto de estructuras sociales, políticas, económicas, tecnológicas y cul- turales en general. Dada la inherencia a una visión antropocéntrica de este énfasis, se prevé más crítica a favor de los DH y por ende el predominio del sujeto humano.

        Fuente: elaboración propia

        Respecto a los efectos de este énfasis, los DH existen como sistema de pensamiento e incluso como un «sistema ideológico» mundial en el contexto de estructuras sociales, políticas, económicas, tecnológicas y culturales en general. Dada la inherencia a una visión antropocéntrica, en este énfasis se prevé más crítica a favor de los DH que crítica en contra. Es oportuno aclarar que el énfasis del raciona- lismo idealista no encierra o no contiene en sentido estricto discipli- nas científicas. Corresponde, en contraste con los otros énfasis de tipo científico, a un espectro variado de posturas teóricas cuya característica común es la crítica como actitud intelectual e incluso como postura política. Para sus fines utiliza métodos como la hermenéutica, la argu- mentación, el análisis historiográfico, y la dialéctica, entre otros. Pese a la diversidad de escuelas y autores (ver Tabla. Racionalismo idealista), con relación a los DH es posible identificar dos tendencias: aquellas

        críticas en contra de la modernidad, y otras a favor del proyecto mo- derno. De un lado, se hallan las críticas contra lo que se denomina la modernidad y sus instituciones, como el binomio ciencia-tecnología, la economía liberal mediante el comercio mundial, el Estado de dere- cho y la sociedad civil, la preminencia de la democracia como sistema político ideal, y la promesa del progreso en el amplio sentido del térmi- no. De otro, se encuentran las críticas reformistas o a favor del proyecto moderno y del mejoramiento de sus instituciones. De la primera ten- dencia se infiere que las críticas contra la modernidad se deben, entre otros aspectos, a los incumplimientos de los DH luego de la posguerra mundial, la mutación hacia nuevos conflictos, el aumento de la pobre- za mundial pese a la imparable industrialización y urbanización del mundo, y todas las crisis desatadas por las desigualdades económicas y tecnológicas. De la segunda, es posible afirmar que la Declaración de 1948 y los desarrollos del Derecho Internacional de los Derechos Hu- manos (DIDH) persisten como el núcleo jurídico-político que legiti- ma, o busca legitimar y salvar las promesas de la modernidad. En pocas palabras, tanto las críticas a favor como en contra de las instituciones modernas implican contradicciones y paradojas para el mismo devenir de los DH.


      5. Síntesis de los Paradigmas y los Dh


        La anterior descripción de los paradigmas epistemológicos y sus énfasis permiten plantear los siguientes problemas correlativos a los DH: i) todos énfasis paradigmáticos (empirismos realista e idealista y racionalismos realista e idealista) pueden tener convergencia en los DH siempre y cuando coincidan con el proyecto de la modernidad y sus ins- tituciones a partir de una visión humano-céntrica; ii) los fracasos y frus- traciones de la modernidad en cuanto a los impactos negativos sobre los DH (persistencia de guerras, conflictos regionales con impactos mundiales, pobrezas, enfermedades, desigualdades, daños ecológicos y múltiples crisis), configuran conjuntos de problemas que los paradigmas científicos pueden adoptar como retos, y así contribuir de cierto modo al cumplimiento de los DH; iii) además de la afinidad epistémica entre el empirismo realista y el racionalismo realista, y entre el empirismo idealista y el racionalismo idealista, se pueden y deben establecer más conexiones interdisciplinarias entre todos los énfasis, especialmente entre

        los más opuestos (por ejemplo, el pensamiento crítico frente a perspec-

        dImENsIótNivas empírico realistas, o mayor diálogo entre las ciencias nomotéticas

        pARAdIgmA ÉNfAsIs

        y las ciencias ideográficas); y, iv) una alternativa para la conciliación entre los paradigmas epistemológicos y el análisis de los DH, es, en consecuencia, identificar el núcleo epistémico que hace posible la conver- gencia entre la ciencia, la moral y la política, dada la presencia de estas dimensiones en los paradigmas descritos. Este es el siguiente paso.

        Matriz. Paradigmas Epistemológicos


        OBJETO HECHOs COsAs


        mÉTOdOs TECNOLOgíAs


        fINALIdAd TELEOLOgíA


        EsCuELAs TENdENCIAs

        EmpIRIsmO

        REALIsTA (sER)

        Hechos y cosas observa- bles, visibles, tangibles:


        Sistemas materiales (físico-químicos)


        Sistemas vivos (ecosis- temas)

        Sistemas mentales (neuro-conductas)


        Inducción-

        -deducción Explicación-

        -causalidad


        Investigación cuantitativa

        Control y dominio de la naturaleza Predicción; Perfección tecno- lógica

        Objetividad

        dH NO sON OBJETO


        Positivismo Evolucionismo…

        Universalismo-

        -determinismo

        IdEALIsTA (dEBER sER)

        Hechos y cosas vivibles, experimentables, de difícil medición o inconmensurables:

        Interacción social, relaciones sociales, Mundo de la vida, Vida cotidiana.


        Sistemas humanos Sistemas de creencia (Contexto, situación)


        Inducción reflexiva Comprensión-

        -intencionalidad


        Investigación cualitativa


        Cambio y trans- formación de la vida en sociedad, consciencia, acci- ón colectiva


        Subjetividad-In- tersubjetividad

        dH ExIsTEN y sON OBJETO


        CIENCIAS IDEOGRÁFI- CAS


        Relativismo - particularismo

        RACIONALIsmO

        REALIsTA (sER)

        Hechos y cosas calcu- lables, conmensurables, medibles,

        razonables, pensables:


        Sistemas materiales (astrofísicos…) Sistemas cuánticos

        Sistemas de información.

        Hipotético-

        -deductivo Explicación-

        -causalidad Análisis mate- mático


        Investigación cuantitativa y mixta (cuanti-

        -cualitativa)


        Explicación y descripción del mundo y el

        universo

        Objetividad

        dH NO sON OBJETO


        CIENCIAS NO- MOTÉTICAS


        Universalismo - indeterminado

        IdEALIsTA (dEBER sER)


        Hechos y cosas por intuición, imaginables:


        Estructuras sociales, Sistemas de pensamiento Sistemas ideológicos


        Inducción inter- pretativa Deducción especulativa Comprensión-

        -intencionalidad


        Investigación cualitativa


        Crítica socio-

        -histórica

        Intersubjetividad

        dH ExIsTEN y sON OBJETO


        Teoría crítica Posmodernismo


        Relativismo - particularismo

        Fuente: elaboración propia

        A modo síntesis, esta Matriz propone una síntesis de los para- digmas epistémicos y sus énfasis. Se observa que los DH existen o pue- den ser objeto de estudio en los énfasis idealistas mediante sus escuelas y tendencias. La interdependencia y complementos entre los diversos objetos, métodos, fines y tendencias amplía la comprensión de los DH.


  3. Los Dh como Convergencia entre Ciencia, Moral y Política


    Como se indica al inicio de esta exposición, la Declaración de 1948 (y todo el conjunto de normas constitutivas del DIDH) se man- tiene y se proyecta -aún en el siglo XXI-, como el paradigma jurídico-po- lítico que instaura la era de la dignidad humana. Más allá de la opacidad de algunos de sus antecedentes (revoluciones ilustradas y de despotis- mos entre 1776 a 1825, entreguerras mundiales 1914 a 1945…), los DH logran producir un brillo moral en el mundo occidental frente a la

    «oscuridad de la estatalidad moderna8». Desmitificado su origen his- tórico, el auge activista de una mentalidad pro-Ius-humana, demanda en todas partes del mundo el cumplimiento de los dogmas de la “nueva religión civil”: los derechos humanos y su sacralización. En estas con- diciones, cada acción del Estado de derecho es medida con esta vara sagrada. Y esto en principio está bien, porque la acción gubernamental cuenta con una brújula moral para orientar, fundamentar y legitimar sus decisiones y acciones, sean de orden doméstico o internacional. En este contexto, y para el caso que compete al presente análisis, los DH cobran mayor preponderancia con relación a la acción del Estado a través de la actividad policial. Se trata de la actuación gubernamental donde la vida humana está en riesgo o bajo amenaza, razón por la cual confluyen comprometidos el saber de la sociedad y el Estado (ciencia), las creencias compartidas y valores sociales (moral), y la capacidad de tomar decisiones y ejecutarlas (política).


    1. La Actividad Policial General APG y los DH


      En el caso de la ciencia policial (entendida como ciencia de


      1. Marquardt, B. (2015). Derechos humanos y fundamentales. Una historia del derecho. Bogotá: Ibañez Editora.

        Estado), y de manera específica con relación a la actividad policial (científica y general), los DH tienen un significado superior: la acción policial del Estado debe-ser garante de los DH. Por supuesto que esta ga- rantía es un imperativo categórico para todas las decisiones y acciones del Estado en su conjunto. No obstante, la acción policial es quizás la más visible ante la sociedad civil local y mundial, y es la actividad más sensible en materia de DH. En efecto, su visión puede ser aumentada o disminuida según el zoon o la mirada turbia de las redes sociales y los medios de comunicación. En muchos casos el foco se ha perdido. Cada vez más por la velocidad de las redes sociales, las “noticias” se anticipan a los noticieros, los hechos sin editar o - “editados” según el sesgo- se difunden en tiempo casi real, superando en tiempo record a los reportes periodísticos y los comunicados oficiales del gobierno. Ante la proliferación del panoptismo de las redes sociales ¿Cómo puede entonces un gobierno mostrar y demostrar que su actuación ha sido ga- rante de DH? Sin duda esta es una pregunta muy amplia y gran parte de la actividad científica policial debe trabajar invisible, discreta y con la sutil inteligencia para el logro de sus objetivos. Para mayor preci- sión, lo anterior plantea la necesidad de clasificar la actividad policial en al menos tres tipos: i) actividad policial de vigilancia (prevención y reacción anti-delincuencial), ii) actividad policial de inteligencia (anti- cipación estratégica anti multi-criminalidad), y iii) actividad policial científica (investigación criminal y criminalística). En el marco del Es- tado de derecho estas tres clases de actividad son garantes de los DH. En este sentido, lo que se expone a continuación incluye los tres tipos de actividad dada su importancia para la perspectiva epistemológica de los DH y la ciencia policial en el mundo contemporáneo. En adelante se utiliza la expresión actividad policial general –APG- para incluir las tres actividades mencionadas y ubicarlas en la convergencia científica o epistémica aquí propuesta.

    2. El núcleo epistémico de la convergencia

      ¿Cómo puede un gobierno mostrar y demostrar que su actuación ha sido garante de DH? la pregunta que subyace de ésta es ¿cómo puede haber confianza recíproca entre la sociedad y el Estado sobre la garantía del cumplimiento de los DH? La hipótesis para responder la pregunta consiste en identificar los DH como un

      núcleo de convergencia entre moral, política y ciencia. A grandes rasgos, en los DH confluyen y se confrontan diversas visiones morales, cosmovisiones según el pluralismo cultural, se enfrentan ideologías políticas, poderes de toda índole, y, como elemento inevitable, se ponen en cuestión los límites de la ciencia y los avances tecnológicos que afectan o pueden impactar la vida humana en múltiples aspectos, no siempre favorables. Si se permite una metáfora, los DH, además de ser la brújula moral que orienta el comportamiento de la «familia humana», también son el termómetro para medir la temperatura de los acontecimientos humanos. Su Declaración en 1948 constituye quizás el logro ético-político más importante para salvaguardar a la humanidad del miedo, del terror, la tiranía, la opresión y la miseria. También los DH representan «los valores universales o la hegemonía moral de occidente» (Marquardt). Y sin exagerar, de cierto modo, los DH son la constitución política del mundo. Tanto es así que cada Estado de derecho debe ser coherente con el conjunto de los treinta artículos allí declarados. ¿No son suficientes estas razones para considerar los DH como un auténtico o verdadero núcleo epistémico de convergencia entre moral, política y ciencia?

      MORAL

      Esquema 3. Núcleo epistémico de los DH



      DERECHO

      DH = Núcleo epistémico

      POLÍTICA

      CIENCIA

      Fuente: a partir de Bunge, 2015: 150 (“Núcleo epistémico” no es de Bunge)

      «Núcleo epistémico» significa aquí, el eje central para pensar, evaluar y decidir sobre los conocimientos que condicionan las formas de comprender, explicar e interpretar el mundo en determinadas épo- cas, y actuar en él. Pero para entender los DH como núcleo epistémico es necesario explicar brevemente el significado de los términos.

    3. La moral y los DH


      La moral es la dimensión donde se origina y despliega la liber- tad humana. Pero simultáneamente, la moral está constituida por la biología y la cultura cuyas bases determinan el origen y despliegue de esa libertad. En primer lugar, la moral depende de la biología en cuanto los seres humanos devienen de un proceso de evolución según sus ne- cesidades de supervivencia, subsistencia, vivencia y convivencia como miembros de una especie. La evolución biológica determina así la he- rencia genética racial, étnica y filogenética según la geografía y los me- dios o recursos que ofrece el ecosistema a una comunidad humana para subsistir. Es decir, la biología es la base material de la moral: las costum- bres, los hábitos alimenticios y las formas de vivir, morar o habitar de- penden de la satisfacción de las necesidades que hacen posible la vida misma. Dicho en breve, las costumbres y el comportamiento humano en general poseen unas bases biológicas. Al respecto, las neurociencias y en particular la neurobiología en las últimas décadas muestran avan- ces muy interesantes sobre la relación entre biología cerebral y libertad humana9. En segundo lugar, la moral es producto de la cultura. Y la cul- tura deviene de la agricultura en dos sentidos: como cultivo material para satisfacer la necesidad de alimento (de aquí muchas costumbres), y como cultivo simbólico o de lenguajes que hace el ser humano de sí mismo (ciencia, arte, religión, pensamiento…). En sentido amplio, la moral resulta de la herencia cultural transmitida de generación en gene- ración a través de las costumbres y creencias compartidas, los hábitos y prácticas de diversa índole (economía, política, tecnología, normas, religión, etc.). De esta forma, el fundamento característico de toda moral consiste en enseñar, valorar e identificar lo bueno y malo, lo verdadero y falso, lo bello o feo, lo justo e injusto, lo útil e inútil, etc. Con base en este concepto, es posible afirmar que los DH representan un código mo- ral para la humanidad, pero, para que sea posible su cumplimiento y desarrollo, toda moral implica también el cumplimiento de deberes: es imposible el derecho sin el deber y viceversa. Para mayor precisión, se trata de la inherencia y la reciprocidad entre el derecho (facultad o posi- bilidad de hacer algo) y el deber (hacer algo efectivamente). No obstan-


      1. Ver, por ejemplo: Churchland, P. (2012). El cerebro moral: lo que la neurociencia nos cuenta sobre la moralidad. Barcelona: Paidós; Fuster, J. (2019) Neurociencia: los cimientos cerebrales de nuestra libertad. México: Booket; Sigman, M. (2020). La vida secreta de la mente. Buenos Aires: Debate.

        te, lo fundamental de la relación entre moral y los DH es que éstos: i) se oponen a todo nihilismo o negación extrema de sus valores morales;

        ii) se oponen al relativismo axiológico y por ende al pluralismo legal; y, en consecuencia, iii) los DH por su fundamento, naturaleza y práctica se oponen a la separación entre moral y derecho (positivismo jurídico), tensión y crisis que cada Estado resuelve mediante la política.


    4. La política y los DH


      La política es el medio para resolver los problemas, tensiones y crisis entre la moral y el derecho. Para este fin, la sociedad y el Estado

      -según las circunstancias- deciden y actúan según el contexto de con- diciones materiales (economía, infraestructura, tecnología, recursos, medios en general…) y de condiciones formales (instituciones, nor- mas, valores, creencias, cultura, etc.). Por lo tanto, la política en sentido amplio significa la capacidad de una sociedad para identificar proble- mas públicos y resolverlos mediante la acción estatal. A la vez, esta ca- pacidad implica analizar las alternativas sobre las decisiones más con- venientes en el marco de las prioridades sociales, el orden jurídico y el respeto a los DH. Pero en lo posible, las decisiones políticas se deben y pueden fundamentar con el conocimiento científico disponible. De esta forma la política a través del derecho articula e integra los valores pre- valecientes de la moral con la ciencia. Aunque la producción científica y tecnológica es financiada principalmente por el poder económico privado, es deber de la política en cabeza del Estado estar actualizada sobre los impactos de esa producción en los problemas públicos, así como los posibles beneficios para la vida de la sociedad.


    5. La ciencia policial y los Derechos humanos


      La ciencia es el conocimiento de la realidad a través de métodos rigurosos cuyos criterios generales son la objetividad y la racionalidad para lograr la verdad o aproximarse a ella. Según epistemólogos como Bunge, todas las ciencias son metodológicamente una al procurar: cla- ridad, rigor, generalidad, sistematicidad, profundidad, demostración y verdades, aunque aproximadas (Bunge, M. 2015: 250). Además de estos criterios, según se explica páginas atrás, son los paradigmas epis-

      temológicos (empirismos y racionalismos realistas e idealistas) los que determinan los objetos, métodos y fines de cada ciencia (a excepción del racionalismo idealista por ser crítica, no ciencia). Por esta razón, este concepto amplio de ciencia comparte el siguiente consenso mun- dial: toda investigación científica plantea y resuelve problemas, o, si es el caso, replantea e intenta resolver viejos o nuevos problemas; incluso descarta problemas. Pero similar a la moral y la política, la ciencia no es, ni puede ser una “rueda suelta”, excepto si se realiza fuera del planeta y no afecte los DH de la humanidad (valga el pleonasmo). Entre tanto, si bien la ciencia en sentido moderno se desvía cuando toma al ser hu- mano como medio (mercancía, consumidor…) en lugar de un fin en sí, y se subordina a los intereses macroeconómicos, esto no significa su fracaso. Precisamente esta desviación de la ciencia es consecuencia de enfoques sectoriales (gubernamentales o sociales) que dividen o esta- blecen separaciones entre la moral, la política, la ciencia y el derecho. Al respecto, sin pretender ser la única, la nueva ciencia policial se plantea desde una perspectiva sistémica, la cual facilita la articulación de acti- vidad policial general APG con esas dimensiones. En otras palabras, la ciencia policial -entendida como ciencia social-estatal cuyo objeto comprende los problemas que afectan la convivencia y la seguridad pública- es pertinente para complementar la convergencia epistemo- lógica de los DH. En el Esquema 4 se propone una descripción de la convergencia de la ciencia policial. En este sentido, el núcleo epistémico se precisa para el ámbito de la ciencia policial en los siguientes térmi- nos: i) responde a la política, bien sea esta política de seguridad pública, política contra el crimen organizado, etc.; ii) tanto las decisiones de política como la APG (científica, vigilancia y de inteligencia) se apo- yan en las ciencias y en los énfasis paradigmáticos que sean pertinentes y oportunos según el contexto; iii) la ciencia policial como instrumento de la política de Estado y sustentada con el apoyo interdisciplinario de otras ciencias ofrece mayores garantías para los DH; y, iv) la moral subyacente de los DH orienta y articula los fines de la política, la ciencia policial y las ciencias en general.

      POLÍTICA

      Seguridad pública

      DERECHO

      Declaración D.H.

      1948

      CIENCIA POLICIAL

      CIENCIAS

      Paradigmas

      MORAL ÉTICA

      Esquema 4. Convergencia de la Ciencia policial



      Fuente: Elaboración propia

      Sin duda esta es una propuesta y como tal apunta a un deber-

      -ser de la ciencia policial. Como se menciona al inicio de este análisis, la actividad científica es necesaria pero no suficiente para garantizar los derechos. Y la explicación de esta situación es simple: la ciencia y los avances tecnológicos viajan a la velocidad de la luz, mientras el derecho es muy lento en su evolución. O por lo menos, la actualización norma- tiva queda muy rezagada respecto a los avances científicos, o porque estos son secretos, porque cuando se difunden las condiciones jurídi- cas son otras, o simplemente porque el derecho no está a la altura de la ciencia. Entonces, es evidente que la acción del Estado no solamente tiene como base el derecho, sino que necesita primordialmente de la fundamentación científica para el ejercicio de la política (por ejemplo, en la política de seguridad pública, en la lucha contra el crimen or- ganizado, etc.). En consecuencia, y según la convergencia de la ciencia policial, una perspectiva sistémica que tenga en cuenta la epistemología de los DH puede, muy probablemente garantizar no sólo el respeto de estos derechos, sino también contribuir a su protección y promoción.

      3.6. Algunos ejemplos prácticos de epistemología de los DH


      Luego del recorrido a través de los diferentes paradigmas epis- temológicos y sus efectos en los derechos humanos (Tablas 1, 2, 3 y 4), es necesario mencionar algunos ejemplos prácticos que demuestran la necesidad e importancia de desarrollar una epistemología de estos de- rechos. En esta dirección y desde la perspectiva de la ciencia policial a continuación se exponen algunos ejemplos prácticos sobre la aplica- ción de la epistemología de los DH en dos grandes ámbitos científicos: las neurotecnologías (o avances tecnológicos aplicados en neurociencia) y la inteligencia artificial IA. Aunque estos ámbitos son muy extensos y exigen el uso preciso de su terminología, el propósito aquí es solamen- te bosquejar e indicar el largo camino por recorrer sobre los avances de la ciencia y sus efectos polémicos en la vida humana: ¿hasta qué límite la ciencia se puede relacionar o separar de la moral, la política y del dere- cho? Esta pregunta articula los siguientes ejemplos por ciertas razones de alta importancia para la ciencia policial. De una parte, la noción de seguridad pública (y de poder y actividad policiales) será replanteada al enfrentar los cambios y avances tecnológicos. Por ejemplo, los estudios sobre el cerebro humano proyectan que aspectos como la cognición y la voluntad humanas pueden ser manipulados, es decir, la libertad, el libre albedrío o el comportamiento humano en general puede ser, no solamente controlado, sino también diseñado y planificado a gran escala en un futuro no lejano. Efectos similares se relacionan con el uso de la inteligencia artificial (por ejemplo, en las manipulaciones y ter- giversaciones sobre la percepción de la realidad mediante las redes so- ciales y su influencia en el comportamiento de individuos y masas). De otra, en sentido amplio para la ciencia policial (actividad científica, in- vestigación neuro-criminológica, criminalística, derecho penal, etc.), los avances tecnológicos (en neurociencias y en IA) pueden facilitar la comprensión de la conducta criminal y así aumentar su potencial manejo. Es en este contexto que precisamente se necesita (y necesitará) una epistemología de los derechos humanos traducida en análisis prác- ticos sobre ética aplicada. Esta epistemología servirá para comprender y resolver en lo posible dilemas éticos, identificar ventajas, desventajas, riesgos y amenazas, pero también hallar oportunidades relacionados con los avances científico-tecnológicos en armonía con la política, la moral y el derecho.

    6. Neurotecnologías: hacia el control de la con- ducta humana


      La palabra «neurotecnologías» sirve para señalar los diferen- tes avances tecnológicos relacionados con el conocimiento del cere- bro humano y su posible aplicación, especialmente en el campo de la salud (diagnósticos, tratamientos, mejoras fisiológicas, etc.)10. Por tanto, este ámbito de conocimiento se ubica en el paradigma del em- pirismo realista, se correlaciona con el racionalismo realista y aporta al empirismo idealista (ver Matriz. Paradigmas epistemológicos). Un ejemplo de las neurotecnologías es el proyecto «Mapa de la actividad cerebral» (Brain Activity Map11). En similar lógica de los avances del mapa genético o genoma humano, este importante proyecto de inves- tigación promete no solamente soluciones a problemas de salud, sino la exploración de múltiples posibilidades tales como: explicación de las bases biológico-cerebrales del comportamiento humano; neuro-

      -genética y neuro-psicología, entre otros saberes para el control de la voluntad (optogenética) mediante estimulación del encéfalo; cam- bios, transformaciones y alteraciones mentales de la personalidad (ca- sos de pacientes con psicopatologías, adicciones, esquizofrenia, etc. y no pacientes), entre otros ejemplos. Un caso interesante de resaltar lo expone en detalle el neurocientífico Fuster sobre «Libertad, responsa- bilidad y orden social» (Fuster, J. 2019: 275 – 322)12. Allí, entre otros temas, Fuster junto a otras investigaciones explica el funcionamiento de la «confianza en los demás» desde la neurociencia. Se ha observa- do que el suministro de la hormona polipéptido oxitocina en indivi- duos adultos aumenta su nivel de confianza en los demás. Asimismo, la cantidad de oxitocina que circula por la sangre señala el grado en que un individuo confía en sus congéneres y los tolera. ¿Podría la oxitocina ayudar a la convivencia humana y a resolver problemas de inseguridad, desconfianza y violencia? En efecto, sin confianza no hay relaciones entre humanos y son casi inexistentes las instituciones creadas por el orden social. Por supuesto, cada decisión de un individuo o grupo de


      1. Fuentes consultadas: Society for Neuroscience: https://www.sfn.org/ Blog de Neurofilosofía: https:// www.theguardian.com/science/neurophilosophy Revista Nature: https://www.nature.com/

      2. https://hms.harvard.edu/news/what-brain-activity-map

      3. Fuster, Joaquín (2019). Neurociencia: los cimientos cerebrales de nuestra libertad. México: Ariel- Booket.


        Revista Brasileira de Ciências Policiais

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        individuos depende, además de los factores biológicos, de las influen- cias externas del medio. Pero lo interesante del ejemplo es saber que existen otros caminos de investigación científica para comprender la relación cerebro/mente y comportamiento humano predecible. Se- gún los análisis de Fuster, la confianza y la responsabilidad son valores superiores que guardan fuerte relación con la libertad: «la confianza amplía la libertad de elección» (FUSTER, 2019. P. 294).

        Entre tanto, esta visión permite interpretar que todas las con- ductas humanas (incluido el comportamiento criminal, la anomia so- cial, la violencia, etc.) pueden ser explicadas de manera más integral en cuanto a sus causas neuro-biológicas como de la influencia del am- biente. Adicionalmente, desde una perspectiva similar, el neurocientí- fico Damasio sostiene que el complejo funcionamiento cerebral es el factor determinante de toda la producción mental, desde la cultura, la moral, las creencias humanas y todo lo que es y hace el ser humano13. Una idea a resaltar de este autor consiste en la función que cumple el dolor (y el placer) como predisposición genética evolutiva para la supervivencia humana. Si bien esto ha sido planteado por otros au- tores como Sigmund Freud, llama la atención que el aumento de los niveles de serotonina es determinante para reducir la agresión y la de- presión humana, al tiempo que eleva la confianza de las personas. Así, el dolor y el sufrimiento humanos que pueden ser fuentes de violencia, impulso para sobrevivir o negación de la vida, pueden ser tratados en el ámbito médico. Pero ¿cómo ampliar científicamente el uso o trata- miento médico de los anteriores problemas en los conflictos humanos más allá del ámbito estrictamente clínico? Este es, por ejemplo, otro camino abierto para la investigación científico-policial. Con relación a los Derechos humanos y su epistemología, una frase de Damasio es oportuna de resaltar: «El sistema inmunológico, el hipotálamo, las cortezas frontales ventromedianas y la Declaración de derechos tienen la misma causa fundamental» (DAMASIO, A. 2015. Pp. 350), ella es, la búsqueda y sostenimiento de la supervivencia humana, entendi- da como la capacidad de recordar el pasado y de anticipar el futuro a partir del dolor y del sufrimiento humano, pero también del placer y la búsqueda de una mejor vida individual o colectiva. A grandes rasgos, las neurotecnologías y en particular las neurociencias demuestran que

      4. Damasio, Antonio (2015) El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano. Barcelona: Booket.


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        las bases biológicas del comportamiento humano pueden ser contro- ladas, y si eso es probable, entonces es posible el diseño biogenético y neurogenético de seres humanos, al menos en cuanto a su conducta predecible.


    7. Inteligencia artificial: ventajas y riesgos hu- manos


      Los avances neurocientíficos se han potenciado con la arti- culación de la «inteligencia artificial». En términos generales, la in- teligencia artificial IA es un campo científico cuyo objeto es diseñar programas informáticos (lenguajes algorítmicos) capaces de ejecutar funciones y operaciones comparables a las que realiza la mente huma- na, como el aprendizaje o el razonamiento lógico14. Uno de los pio- neros de la informática y visionario de la IA fue el matemático Alan Turing (1912-1954), quien poco antes de morir sostuvo que la capaci- dad de los ordenadores alcanzaría la inteligencia humana. Actualmen- te, la vida cotidiana es dependiente de la IA en varios aspectos como el comercio, las finanzas, la medicina, el clima, las comunicaciones, el transporte, la administración de complejos industriales, el control de grandes infraestructuras estratégicas de energía, conexión satelital, monitoreo planetario y vigilancia. Sin duda, el ámbito de la seguridad pública -y a través de ella la actividad policial en general- utiliza medios tecnológicos con diferentes niveles de IA. En principio las ventajas tecnológicas de la IA no presentan problema. No obstante, el núcleo de problemas lo constituye el uso o el abuso de los medios tecnológicos. Para el interés de la ciencia policial y la seguridad pública (local e inter- nacional) hay por lo menos dos grandes líneas para el análisis episte- mológico sobre las ventajas y riesgos de la IA: i) el control/descontrol de una carrera armamentística de IA; y ii) dominio de la voluntad de masas o macro-encausamiento por IA.

      En primer lugar, Thomas Metzinger advierte sobre la impor- tancia de prevenir una carrera armamentística de IA especialmente en-



      1. La IA aparece por primera vez en 1955 en un congreso en los Ángeles California sobre máquinas de aprenden. El término fue acuñado por John McCarthy en 1956. Ver artículo de Cortina, Adela (2019) Ética de la inteligencia artificial, disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/ articulo?codigo=7426666

        tre China y Estados Unidos (METZINGER, 2018. p. 32)15. Aunque para el resto de países esta la idea de “prevenir” está fuera de control, lo cierto es que el desarrollo de «armas ofensivas autónomas» (dro- nes, misiles…) da ventajas para quienes las poseen, pero son de alto riesgo por su capacidad de seleccionar y atacar objetivos sin interven- ción humana. La transferencia de “autonomía humana” a ese tipo de

        «armas ofensivas autónomas» involucra para el análisis cuestiones de política, episteme, moral y derechos humanos. Una cosa es hacer uso de la IA y otra cosa es “delegar decisiones-acciones” en la IA. Además,

        ¿qué esperar si tales “armas autónomas” son adquiridas por organiza- ciones criminales nacionales y transnacionales? Pero además de estos medios bélicos los avances de IA se aproximan a la ciencia ficción con total realismo: capacidades militares (y policiales) multiplicadas por sofisticados medios de vigilancia y control territorial; ejércitos robó- ticos; combinación de capacidades humanas y ciborg; y programas o software big-data, data minig y otras herramientas de ciberseguridad, etc. Todo esto articulado a las capacidades armamentísticas. En pocas palabras, la velocidad de la producción de medios tecnológicos afines a la seguridad con sus ventajas y riesgos, supera la lentitud de los sistemas normativos de regulación y control por parte de los gobiernos.

        En segundo lugar, otro campo de ventajas y riesgos de la IA se concentra en el dominio de la voluntad de masas o macro-encausamien- to (Big Nudging). De manera concreta se trata de la manipulación humana a través de internet. Con este propósito existe el desarrollo de ingeniería informática para modelar, formar, controlar y encausar la voluntad de masas de gentes, inicialmente con fines comerciales de consumo, pero también con intenciones de “orientar” decisiones y elecciones políticas y estimular movilizaciones sociales. Aquí el pro- blema radica en los daños potenciales a la convivencia y la cohesión social por medio del engaño y la distorsión de la realidad. Si bien inter- net es un medio muy eficiente para la información, la comunicación y el conocimiento, también esa eficiencia puede ser usada o abusada con intenciones de desestabilizar, generar miedo, motivar a la violencia, aumentar el odio, la xenofobia, crear caos y acrecentar la inseguridad.


      2. Metzinger, T (2018) Hacia una carta mundial sobre la inteligencia artificial. En EPRS Servicio de Estudios del Parlamento Europeo (2018). ¿Debemos temer a la inteligencia artificial? Bruselas: EPRS- STOA.


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  4. Reflexiones y Conclusiones


    1. Toda epistemología de los DH debe ser analizada a través de los diferentes paradigmas epistemológi- cos, sus énfasis, limitaciones y alcances prácticos.


      Los contenidos expuestos en este trabajo se proponen como un punto de partida para desarrollar, precisar y profundizar diferentes enfoques epistemológicos sobre los derechos humanos. Asimismo, se plantea que «epistemología de los DH» significa discernir, debatir y orientar asuntos teórico-prácticos claves como los problemas de vali- dez, autoridad, legitimidad y eticidad del conocimiento científico con relación a los fundamentos y las características de aquellos derechos declarados en 1948. Según las circunstancias históricas compete en- tonces a los actores responsables de la política, la ciencia, el derecho y de la sociedad en general, situar el análisis epistemológico de DH de acuerdo a las prioridades en los momentos de crisis, cambio y transfor- mación. Se espera así que dicho análisis ayude a interpretar con clari- dad los problemas y dilemas éticos, y advertir sobre los riesgos, amena- zas y también identificar las oportunidades que se pueden enfrentar ante los avances científico-tecnológicos.


    2. Traducir la epistemología de los derechos huma- nos DH en ética aplicada.


      Dado que la epistemología trata sobre la fundamentación del conocimiento bajo criterios de cientificidad, este estudio simplemente propone incluir los DH en dicha fundamentación. En este sentido, los DH constituyen un núcleo epistemológico de convergencia entre la ciencia, la moral y política. ¿Por qué? ¿para qué? Los ejemplos mencio- nados sobre los usos/abusos de las neurotecnologías y la inteligencia artificial junto a sus ventajas y riesgos señalan la necesidad de criterios de responsabilidad y anticipación. En este contexto, algunos ejemplos sobre la ética aplicada son los siguientes: i) Comisión Europea en 2019

      «Pautas éticas para la inteligencia artificial confiable» (Ethics Gui-

      delines for Trustworthy AI)16; ii) en 2018 «Un marco ético para una buena sociedad de IA: oportunidades, riesgos, principios y recomen- daciones» (An Ethical Framework for a Good AI Society: Opportuni- ties, Risks, Principles, and Recommendations)17; iii) la Unidad de Pre- vención Científica del Parlamento Europeo publica en 2018 ¿Debemos temer a la inteligencia artificial?18; iv) en 2018 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU emite la Promoción, protección y disfrute de los derechos humanos en Internet19; v) Universidad de Deusto en 2018 pro- pone la Declaración de derechos humanos para un entorno digital; y, vi) en Chile 2021 se propone incorporar a la nueva Constitución política una tipología normativa denominada «Neuroderechos».


    3. La ética aplicada implica analizar las relacio- nes entre ciencia, política, moral y derecho según los diferentes paradigmas epistemológicos.


      De acuerdo a lo expuesto sobre los paradigmas epistemológi- cos, la ética aplicada significa identificar criterios y ponerlos en prác- tica según el objeto de estudio, los métodos y fines perseguidos por las tendencias o escuelas productoras de conocimiento (ver Matriz. Paradigmas epistemológicos). Así, por ejemplo, en ámbitos como la ciberseguridad y la criminalística, el análisis de la interdependencia en- tre ciencia, derecho, política y moral puede fortalecer los procesos de investigación, en especial cuando se utilizan tecnologías con restriccio- nes respecto a los derechos humanos. Por lo general, la identificación de criterios basados en el respeto, garantía y protección de DH parte del empirismo idealista como perspectiva interdisciplinaria que facili- ta el análisis. En efecto, este enfoque paradigmático tiene como objeto

      «hechos y cosas vivibles, experimentables» correspondientes al mun- do de las relaciones sociales y los modelos de convivencia.


      1. European Commission (2019) High-Level Expert Group on Artificial Intelligence: Ethics Guidelines for Trustworthy AI. Disponible: https://www.aepd.es/sites/default/files/2019-12/ai-ethics- guidelines.pdf

      2. De la Unión Europea disponible en: https://www.researchgate.net/publication/329192820_ AI4People-An_Ethical_Framework_for_a_Good_AI_Society_Opportunities_Risks_Principles_ and_Recommendations

      3. Boucher, Ph. (2018) ¿Debemos temer a la inteligencia artificial? Bruselas: EPRS Servicio de Estudios del Parlamento Europeo - STOA.

      4. A/HRC/38/L.10 (2 de julio de 2018). ONU Asamblea General, Comisión de Derechos Humanos. Disponible en: https://ap.ohchr.org/documents/S/HRC/d_res_dec/A_HRC_38_L10.pdf

    4. Los avances científico tecnológicos por sí mis- mos no garantizan los DH: ¿pueden y deben las teorí- as constitucionales hacer algo ante posibles vulne- raciones de DH por usos/abusos tecnológicos?


      Si quienes lideran los avances científico-tecnológicos prescin- den de criterios éticos mínimos, no hay garantía de DH. De hecho, tales avances parecen superar o ignorar los problemas políticos y mo- rales de una sociedad humana en crisis y en permanente alteración. Y, en este mismo sentido, la ciencia no es necesariamente garante de de- rechos, sino, además, un campo de conocimiento para replantear, por ejemplo, conceptos como libertad, vida, justicia y seguridad pública, entre otros. ¿Qué pueden hacer los Estados, los gobiernos, las socieda- des para proteger los DH? ¿pueden los jurisconsultos y expertos cons- titucionalistas tomar distancia del devenir científico, político y moral en contextos de esta complejidad? Estas cuestiones justifican aún más la epistemología de DH para entender y resolver conflictos y dilemas entre principios. Por ejemplo, el principio de prevención en seguridad pública y el principio de autonomía humana pueden entrar en conflic- to. Así, en un caso particular el uso de sistemas de inteligencia artifi- cial para la «vigilancia policial predictiva», de una parte, sirve para reducir la delincuencia y la criminalidad, pero, por otra parte, el uso de ese sistema inteligente de vigilancia puede vulnerar la libertad y la privacidad de las personas20.


    5. ¿El “progreso social” en contra de los Dere- chos humanos?


Finalmente, los DH se declaran, entre otros fines, para «pro- mover el progreso social y elevar el nivel de vida desde un concepto amplio de la libertad […]». Si se analiza esta afirmación del preámbulo de la Declaración de 1948 es posible inferir lo siguiente. Primero, el con- cepto de progreso social de la modernidad se basa tanto en los paradig- mas empirista realista (hechos y cosas observables, tangibles…), como racionalista realista (hechos y cosas calculables, lógicas…). Así, la idea moderna de «progreso científico» promete el control, explotación y


  1. Este aspecto es cuestionado en European Commission (2019: 13) High-Level Expert Group on Artificial Intelligence: Ethics Guidelines for Trustworthy AI.

dominio de la naturaleza por medio de la tecnología y del crecimiento económico bajo la lógica de la eliminación de la escasez. Segundo, ¿qué significa «elevar el nivel de vida» de la «familia humana»? De acuer- do al punto anterior, la elevación del nivel de vida depende, además del progreso material (propiedad privada, salud, alimentación, vivienda, trabajo…), primordialmente de la libertad e igualdad en dignidad y de- rechos. En otras palabras, mientras el hombre más controle, explote y domine la naturaleza (industrialización, urbanización, tecnologiza- ción), más puede elevar su nivel de vida y, además, porque el «concep- to amplio de libertad» se lo permite. Y tercero, estos ejemplos sobre la promoción del «progreso social y la elevación del nivel de vida» (para mediados del siglo XX), nunca contemplaron que dicho “progreso” se podría convertir en contra del mismo ser humano. Es decir, hubo una especie de confianza absoluta en el “concepto amplio de libertad”.



Referencias


Biografia del Autor:

Jairo Enrique Suárez Alvarez

Candidato Ph.D. en Filosofía por la Pontificia Universidad Javeriana, Magister en Planificación y Administración del desarrollo regional

Universidad de los Andes,

Licenciado en Filosofía Universidad Santo Tomás, y estudios en Pensamiento político, democracia y

ciudadanía Universidad Pablo de Olavide, Sevilla España. Professor universitario, docente de la

Escuela de Posgrados de Policía Miguel Antonio

Pizarro;

Investigador del Centro de Pensamiento Policial

da la Policía Nacional de Colombia.


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SERRANO, S y Vásquez.. Fundamentos teóricos de los derechos humanos. México: Comisión de DH del Distrito Federal – FLACSO, 2011.

SIGMAN, M. La vida secreta de la mente: nuestro cerebro cuando decidimos, sentimos y pensamos. Buenos Aires: Debate, 2020

WALLERSTEIN, I. Las incertidumbres del saber. Barcelona: Gedisa editorial, 2013.

ZUBOFF, Sh.. La era del capitalismo de la vigilancia: la lucha por un futuro humano frente a las nuevas fronteras del poder. Barcelona: Paidós, 2020.

Otras fuentes consultadas:

Society for Neuroscience: https://www.sfn.org/

Blog de Neurofilosofía: https://www.theguardian.com/science/ neurophilosophy

Revista Nature: https://www.nature.com/

Harvard Medical School: https://hms.harvard.edu/news/what- brain-activity-map


INfORmACIóN AdICIONAL y dECLARACIONEs dEL AuTOR


(integridad científica)


Declaración de conflicto de interés: El autor confirma que no existen conflictos de inte- rés en la realización de esta investigación y redacción de este artículo.


Declaración de autoría: Todos y solo los investigadores que cumplen con los requisi- tos de autoría para este artículo se enumeran como autores; todos los coautores son totalmente responsables de este trabajo en su totalidad.


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COmO CITAR (ABNT BRAsIL)

ALVAREZ, Jairo Enrique Suárez. Epistemología de los derechos humanos: aproxi- mación desde la ciencia policial. Revista Brasileira de Ciências Policiais, Brasília, vol. 13, n. 8, p. 179-222, mar. 2022.

https://doi.org.br/10.31412/rbcp.v13i8.941


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